Porque tuve hambre y ustedes me
alimentaron; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Pasé como forastero y
ustedes me recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve
enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver"
(Mateo 25, 35-36)
Nunca medité como podía realizar alguna de estas acciones,
ni tan siquiera imaginé como llevarlas al uso, (puestos a reflexionar mucho
menos, que tales acciones las necesite mi persona).
Verano, entrando casi en
otoño, dando mi paseo habitual , oí mi nombre, alguien de mi familia
seguro, los demás, por deseo mío se dirigen de otra manera a mi, busque alrededor; nadie, bien, me habré equivocado, continúe el paseo
con Baxter, él, llegó a nuestra casa por
petición de mi hijo, (desde un albergue ), ese y que daba igual la raza mientras no creciera
mucho, fueron unas de las objeciones que impuse y explique a mi hijo. Me
escuchaba con mucha atención, como no, se jugaba el tener o no su mascota:
- no importa la raza
(pedigrí o no, mejor un chucho)
- habiendo muchos
animales abandonados que un día tuvieron hogar, le damos una oportunidad
- es una obra de
caridad
- No hable de la
eutanasia, final de los que nadie
quiere.
Mi vanidad subía y subía, convencida de estarle
transmitiendo, importantes valores
Bien, fue él, Baxter, quien me condujo al que pronunció mi
nombre, mi hermano, que trasteaba con el motor de su coche, nos saludamos y
advertí que dentro había dos personas desconocidas para mi, esperé a que él se
explicara ; sí, me extrañó que permanecieran tan quietos, y percibí rigidez en
sus cuerpos o tensión, no sé; me armé de
paciencia, con él todo tiene que ser así; me pidió que con una botella le echara
agua en sus manos manchadas, se lavó e
igualmente de despacio se secó. No importune su silencio, ningún comentario
trivial, ninguna pregunta…conociéndole, sabía como actuar.
- ¿Qué hay? ,Mari Tere.
- Bien, no te ví, si no es por Baxter.
- Me alegro, aquí, una tontería del motor, ya esta arreglado.
Mientras me hablaba en su lento ritmo para todo, acariciaba al perrillo y con la cabeza
agachada comenzó, …vengo del Puente de Segovia (creo recordar) hay muchos
inmigrantes en condiciones completamente penosas, les compre bocadillos,
cigarrillos y ayude a los que pude, en responder a sus muchas preguntas.
- Te voy a presentar a estos dos… “amigos” que hoy traje a
casa, no es la primera vez que voy. Con
ellos he hablado en más ocasiones,
llevan más tiempo, no saben absolutamente nada de español, pero tú entiendes
algo de Francés.
Pronunció sus nombres (inmediatamente hubo estado de alerta
en ellos) y les dijo que bajaran, os voy
a presentar a mi pequeña hermana (eso era fácil de entender) y así con un
inicio tan atípico, tras un rato de intercambio de saludos, mucho más gestuales
que verbales; me escuché: pregúntales si
desean tomar algo en mi casa, mientras él traducía yo repasé que les podía
ofrecer de beber, si, tranquila, me queda fanta de naranja suficiente.
Un hombre blanco, dos hombres negrísimos, mi perro y yo
caminábamos hacia mi casa, ese era mi pensamiento, veía la imagen como si fuera
una película y la secuencia se tomará
desde una cámara muy alta, comencé a inquietarme, ¡que atrevida¡, son completamente
desconocidos y les llevo a mi casa, ahí, sí, nos pueden hacer daño, ahí,
estaremos indefensos; rápido busque una solución, podía cambiar la invitación e
ir al bar que hay enfrente de mi casa, NO y NO me dije, fuera miedos hay que
ser buena persona.
Ya estábamos todos instalados en casa, ellos, con su vaso de
naranja y nosotros con agua, no tenía nada más para ofrecerles.
Entablaron una conversación donde yo quedaba exenta, estaba alerta
y deseaba que se fueran, tuve tiempo para
observar muchos más detalles, sobre su aspecto: comportamiento, modales,
manos, uñas, ropa, calzado, la modulación de la voz etc. y de que manera iban acomodando su cuerpo al
sillón. Llegado un momento, mi hermano les adelantó que iba a dirigirse a mí, para contarme algo de sus vida; llegaron como
muchos otros en una barcaza, teniendo que pagar por ocupar un sitio, habían viajado
desde muy lejos, Camerún, albergando
esperanzas… imaginar el resto no era tan difícil.
De nuevo, aún con mis temores y desconfianza, había tomado la decisión de invitarles, en
esta ocasión a cenar. Tenía un tapper con sapguettis del medio día y pensé en un par de huevos
fritos a cada uno, aun así, fui al frigorífico para cerciorarme si había
cantidad suficiente o tenía algo más.
Llamaron a la puerta, mi hijo Víctor, venía a beber agua,
les presente y cuando se marchaba le di dinero para que trajera una barra de
pan, mi hermano, dijo, ahora vuelvo y se fue al mismo tiempo que mi hijo.
Ellos quietos y en silencio, yo intentando saber si tenían
hambre y les apetecía lo que yo les podía ofrecer, para ello directamente les
enseñe los spaguettis y los huevos, si, si, gracias, y con rapidez recalenté la
comida y freí huevos. Víctor si, había vuelto con el pan, mi hermano aún no. En
una bandeja a cada uno les serví; demasiado silencio, se les oía comer y puse
música para apaciguar los ruidos y también un ambiente más distendido, no
hablaron nada , solo comían, les ofrecí otro huevo frito y asintieron, se lo
comieron con gusto y si hubiera puesto mas cosas, mas que hubieran comido, pero
hasta ahí, no mas, llegaba la idea de mi invitación, bueno y un cigarrillo a
cada uno.
Recogí, y limpié.
Ya no sabía que
hacer, solo deseaba que se fueran de mi casa, que volviera mi hermano, que no
viniera mi hijo.
Ya estaba todo hecho: “dad de comer al hambriento y agua al
sediento…”
Cogí mis llaves y les indique que me siguieran, salimos de
nuevo a la calle, el perro también, era necesario, el poco nexo de unión venía
a través de él, los juegos y caricias
que recibía de nosotros tres. Los pasos nos llevaban a donde estaba el coche, y
menos mal allí seguía.
Me estaba ya despidiendo de ellos, cuando volvió mi hermano,
quede más tranquila.
Sola y tranquila en casa de nuevo, analice cuanto había
ocurrido, en absoluto sentí satisfacción ni similar, desde ese encuentro CUESTIONO MUCHO MI CALIDAD HUMANA.
Hace inteligente e interesante,
Es como creer que ser religioso